No, la depresión no es un simple desajuste químico.
En la salud mental, como en todo, hay modas. Hace algunos años se investigó un posible desajuste químico como causa de todo tipo de depresión. Se achacó a una falta de serotonina, una sustancia que nuestro cuerpo produce naturalmente y que funciona como neurotransmisor. Curiosamente, la serotonina está presente no solo en nuestro cerebro, sino también en el tracto intestinal y en la sangre. La depresión era una consecuencia de su falta. Se puso de moda tomar serotonina, y triptófano, que estimula su producción. Y surgió un medicamento que parecía casi mágico: el famoso PROZAC.
Con esta investigación se quería demostrar que la depresión no era una enfermedad estigmatizante, sino un simple desajuste físico con su solución: las personas con depresión se equipararon a las que sufrían diabetes o hipotiroidismo. Se simplificó como una dolencia física más, que no se relacionaba con el resto de trastornos mentales. Pero…
Imaginemos por un momento que tenemos dolor de cabeza. Muy probablemente tomaríamos una aspirina, ¿Verdad? Entonces, ¿Se podría deducir que el dolor de cabeza es una carencia de aspirina, y todos los que lo padezcan deberían tomar aspirina como tratamiento habitual? Suena a tontería, porque lo es. Las cosas, en nuestro caso, no son tan sencillas.
En aquel momento, los medicamentos recaptadores de serotonina, como el PROZAC y la FLUOXETINA empezaron a recitarse masivamente, y es cierto que muchos afectados y afectadas los seguimos usando por sus indudables beneficios, al igual que las píldoras de serotonina y triptófano, siempre consultando su uso con nuestro especialista.
A pesar de aquellas investigaciones , hoy día la depresión sigue siendo un trastorno estigmatizante, y además, nuevos estudios demuestran que los mecanismos de la depresión no son tan simples.
Hoy por fin se confirma que la depresión no es una simple carencia de una determinada sustancia. Tiene múltiples causas, y quienes la padecemos lo sabemos de sobra: pérdida de seres queridos, aislamiento, abusos, pérdidas irreparables, separaciones dolorosas, quiebras económicas, malas relaciones familiares, una vida sin perspectivas de futuro ni motivación, miedo a la enfermedad, a la vejez, a la muerte, a la SOLEDAD… Y podría seguir y seguir. Cada persona llega a ella por su propio camino, pero sin duda la principal causa de la depresión incapacitante es el sufrimiento que arrastramos como una losa a lo largo de nuestras vidas. Y eso no lo cura una pastilla.
“Víctor Pérez, jefe de psiquiatría del Hospital del Mar de Barcelona, afirma que en esos ensayos se ha observado que “el efecto de los antidepresivos es contundente”. No obstante, incide en la complejidad de la enfermedad mental y de lo que llamamos depresión y, por tanto, de su tratamiento. “No hay un solo tratamiento, y la psicoterapia puede ser tan eficaz como los antidepresivos para tratar la depresión, pero también hay que tener en cuenta que requiere un tiempo y tiene un coste que la hace menos accesible que los fármacos”
Las personas que batallamos a diario por mantener nuestra salud mental, y que intentamos explicar nuestros trastornos al resto de la sociedad, sabemos lo importantes que son otros factores. En ningún caso se debe caer en la automedicación o en el abandono del tratamiento médico prescrito. Pero la unión hace la fuerza y nos da fuerza individual para seguir adelante, incluso para disfrutar de la vida y tener momentos felices. La compañía de gente que nos comprende, las directrices que aprendemos en nuestras asociaciones, el deporte, la expresión artística, el intercambio de experiencias, el descubrimiento de nuevos intereses y la aceptación de uno mismo son tanto o más importantes que la medicación, y en muchísimos casos ayudan a poder bajar las dosis y tener una vida más activa y sana, sin miedos, sintiendo el apoyo de compañeras y compañeros.
Así que recordemos: ¡más comprensión, más apoyo, más cariño, más terapia y menos prozac!
Es decir, la depresión, más que medicación, necesita recursos, tratamiento y acompañamiento, mucho tiempo, una gran inversión en capital económico y humano... Como siempre, ¡cuestión de dinero y posibilidades de acceder a un buen tratamiento integral! Por suerte, en SM Andalucía esos recursos son accesibles para todo el mundo. Gracias por este magnífico esfuerzo.
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